Capitaneando al Mundo

El mundo
permanecerá dispuesto
de manera tal
que le permita a los amantes
(verdaderos)
estar juntos por siempre,

abrazados en la cama.

Serán traídos a su puerta
suministros de todos los almacenes:

víveres, viandas y manjares.
Zumos, infusiones y néctares.
Dentífricos, exfoliantes, relajantes.

Sin revoluciones.
Sin paparazzis ni voyeurs.
Sin horas de salida.

La habitación de los enamorados: Alcázar

La cama de los amorosos: Templo.

Tú y yo,
capitaneando al mundo,
desde el Hotel del Rey.




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